Por Rafael García Miña
Uno de los artistas e ilustradores británicos más conocidos por sus ilustraciones en periódicos, revistas o libros juveniles es Louis Wain, nacido en 1860, en el barrio londinense de Clerkenwell. Estudió y trabajó como profesor en la West London School of Art. Fue el primero de 6 hijos, siendo el único varón. A los 23 años se casó con la profesora de su hermana. Cuando su mujer cayó enferma (de un cáncer de mama), empezó a dibujar gatos en escenas cotidianas para hacerla reír.

Todo comenzó cuando Wain observó que la vista de un gato callejero llamado Peter levantaba el ánimo a su esposa. Así que le empezó a hacer ilustraciones y ella le animó a publicarlas. Pero murió antes de ello.
Wain trabajó para varias revistas a partir de 1886, como el Ilustrated Sporting and Dramatic News o London Illustrated News. En sus lienzos, además de gatos, incluyó elementos campestres. Sus dibujos servían (por encargo) para publicitar las ferias agrícolas. Al comienzo, sus gatos eran inexpresivos, pero evolucionaron hasta andar a dos patas, sonreír ampliamente o ir vestidos. La fama de sus trabajos creció en la Inglaterra victoriana, apareciendo incluso en tarjetas de felicitación o grabados. Trabajó intensamente durante treinta años ilustrando libros juveniles o haciendo postales, muy cotizadas a día de hoy. Fue presidente del National Cat Club, un registro de las razas mininas; colaboró durante toda su vida con este tipo de instituciones benéficas para animales.
Sufrió dificultades económicas durante la mayor parte de su vida, ya que solía vender sus obras sin pedir derechos de reproducción.
Tenía un carácter errático, a causa de una esquizofrenia, que motivó que sus hermanas lo ingresaran en 1924 en el hospital mental de Springfield en Tooting (Wandsworth, Inglaterra). Un año después se hizo público su encierro y se armó un gran revuelo. Fue trasladado al Bethlem Royal Hospital, un lugar mucho más humano, gracias a la intervención de personalidades como el escritor H. G. Wells o el primer ministro Stanley Baldwin. Después, en 1930, lo trasladan al Hospital Napsbury, cerca de St. Albans, mucho más agradable, con un jardín y… ¡una colonia de gatos! Esto permitió que su carácter se equilibrara y pudiese seguir dibujando. Empleó colores brillantes y ácidos, fondos florales y patrones cada vez más intrincados y abstractos.
Murió en ese mismo hospital. Fue un 4 de julio de 1939. «Él inventó un estilo de gato, una sociedad de gatos, un mundo entero de gatos. Los gatos ingleses que no lucen y viven como los gatos de Louis Wain se avergüenzan de sí mismos». Palabra de Wells.