Una situación de tensión económica o crisis económica, puede generar más exclusión entre aquella parte de la población que, ya sea por su condición laboral o, por ejemplo, por su discapacidad, ya la padecen. En este sentido, Luciano Poyato, presidente de la Plataforma del Tercer Sector, aseguraba durante la presentación de la misma plataforma que “nuestra sociedad no puede hablar de progreso si da la espalda a una parte, si arrincona o silencia a quienes padecen desigualdades”.
¿Cómo es la situación económica en las familias con un familiar con discapacidad?
La discapacidad supone un sobreesfuerzo económico para las familias que aportan todo lo que tienen, y está a su alcance para lograr -en la medida de lo posible- el máximo bienestar y autonomía de quien la posee.
A la inversión en educación, tratamientos médicos, asistencia personal y sesiones de rehabilitación y terapia a los que tiene que hacer frente la familia, hay que sumarle el handicap que los jóvenes con discapacidad tienen en el entorno laboral. Y es que, 3 de cada 4 jóvenes con discapacidad en edad de trabajar no encuentran empleo y, por lo tanto, no pueden sufragar parte de estos gastos.
¿Cuáles son los gastos que debe afrontar la familia de una persona con discapacidad?
El 35% de los entrevistados asegura que el desembolso extra que conlleva la discapacidad.
Patricia Encinas, responsable de Comunicación y Relaciones con los Medios de Fundación ONCE y de Inserta Empleo recogía, en un artículo titulado “Autonomía personal y salud, los gastos que merman el poder adquisitivo de las personas con discapacidad”, los principales datos que se desprenden de ODISMET (Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo).
Principales gastos motivados por la discapacidad:
El estudio, basado en una muestra significativa de hogares españoles en los que hay un miembro con discapacidad, informa que el principal gasto, en el 41,1% de las personas estudiadas, recae en los medicamentos. Seguidamente de las ayudas técnicas que necesitan el 20,3% de los analizados, y, los tratamientos médicos, para el 16,5% de los hogares.
El transporte o la ropa, y otros útiles de tipo personal, representan el 14,2% y el 10,7% del gasto, respectivamente. El 35% de los entrevistados asegura que el desembolso extra que conlleva la discapacidad, más allá de los gastos comunes, oscila entre los 100 y los 500 euros al año. Un dato de doble filo, si tenemos en cuenta que en España tan sólo el 25 por ciento de las personas con discapacidad en edad laboral tienen un empleo.
Empleabilidad y discapacidad
El salario bruto anual que percibe una persona con discapacidad es de 20.574 euros. Una cuantía un 16% inferior al que puede percibir una persona sin discapacidad.
Este factor, sumado al incremento de precios que estamos soportando, y a la baja empleabilidad con la que cuentan las personas con discapacidad, sitúa al sector, en un riesgo de pobreza y exclusión social del 33,8%; más de 7 puntos por encima de la población general.
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