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La moda universal es una realidad

Fecha:27 Oct 2022
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La discapacidad se hace más visible cuando en el entorno nos encontramos con una barrera y, aunque a priori parezca extraño, la moda es una de ellas. 

 

¿Cómo se abrochan los botones alguien que no tiene una mano? ¿Cómo se sube la cremallera alguien que no controla la motricidad fina? ¿Cómo es el momento de ir al baño para alguien que depende de una silla de ruedas? Podrían ser situaciones que no comportan ningún tipo de complejidad, pero no es así. El entorno todavía no contempla una moda universal, esa que está pensada para todos pero que, en concreto, hace la vida más sencilla a los que más piedras suelen encontrarse por el camino. 

 

Josep una noche fue al cine, no había cumplido todavía los 50 y al llegar a casa sufrió un ictus que le dejó, desde entonces, en silla de ruedas. Un hombre activo, alegre y familiar vió como de la noche a la mañana su vida se paraba y empezaba a depender de los demás con una discapacidad reconocida del 80%.

 

Su entorno, inmediatamente, compró chándals y ropa cómoda para que estuviera a gusto y fuera fácil cambiarle de ropa pero, claro, “¿nunca más volvería a llevar unos vaqueros?”, se preguntaba su hermana Carolina. Así que después de mucho buscar sin éxito, decidió, con la ayuda de su prima Marina, a tunear unos pantalones para tener una alternativa al chándal. Se los regalaron cuando cumplió los 50 y fue tan emocionante escucharlo decir que iba “muy guapo”, que esos no serían los primeros pantalones que harían.

La moda universal es una realidad

Showroom de Free From Style.

 

Lo que era una necesidad puntual y familiar, se convirtió en el proyecto de Carolina y Marina, en Free Form Style, una de las marcas pioneras en diseño de moda inclusiva. Desde su pequeño taller en Mataró, fabrican piezas únicas adaptadas a cada discapacidad pero que, a la vez, puede usar cualquiera. Porque ellas conciben la moda como algo universal, alejado de estereotipos y convencionalismos. 

Moda universal para necesidades particulares

 

No producen grandes tiradas de una misma pieza, ni comercializan por todo lo alto. El trabajo de Carolina (ex informática) y Marina, quien estudió patronaje y se ha dedicado toda una vida al periodismo de moda, es un trabajo completamente artesanal. Y es que, ante una necesidad concreta, desarrollan una pieza única capaz de romper barreras. 

Uno de sus clientes, por ejemplo, lleva una sonda y va en silla de ruedas. Les explicaba que cuando sale de cervezas con sus compañeros, “tres birras equivalen a una sonda” y, por lo tanto, necesitaba un pantalón que facilitara el vaciado. Desde Free Form Style le ofrecen un pantalón que cubre sus necesidades y que, además, podría ponerse cualquiera. 

Como este cliente, son muchos los casos de jóvenes (y no tan jóvenes) que quieren vestir “a la moda” sin dejar la comodidad que su discapacidad les requiere de lado. 

¿Qué pasa cuando solo tienes un brazo? Free Form Style tiene sudaderas adaptables, tanto de brazo derecho como de izquierdo y que, a la vez, alguien con los dos brazos también puede usar. 

¿Qué ocurre si la movilidad no te permite utilizar una cremallera o una botonera? ¡Lo sustituyen por velcro!

¿Y si tu movilidad depende de una silla de ruedas? Las costuras de los pantalones y las faldas están adaptadas para que puedas estar todo el día sentado sin roces ni arrugas innecesarias.

Detrás de cada pieza hay un patronaje, un estudio de materiales para emplear los más óptimos, y mucha ilusión. Porque lo que hacen Carolina y Marina va más allá de vestir a sus clientes. Ellas les devuelven autonomía y les allanan el camino hacia la autosuficiencia. 

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