Pese a que la soledad es algo que suele asociarse a las personas mayores, también afecta a los jóvenes. Esta es una de las conclusiones del estudio ‘La tecnología como herramienta de conexión social’, realizado por el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, SoledadES, impulsado por Fundación ONCE y con la colaboración de Nextdoor.
El presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, advirtió de que «la soledad no es una cosa de los mayores, es una cosa de todos ya que afecta claramente a muchas personas jóvenes». Pero uno de los instrumentos que la combate es un buen amigo de los jóvenes: la tecnología. «La tecnología puede ayudarnos tanto a la sociedad en su conjunto como al mundo de la discapacidad un poquito más porque nos incluye, nos integra y nos da una oportunidad», aseguró Carballeda.
El estudio lo confirma: el 50,1% de los españoles considera que la tecnología combate la soledad no deseada, una afirmación que no comparte el 30,1% y sobre la que no tiene opinión el 19,8% restante de la población.
Esta misma reflexión la compartió el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, que también participó en la presentación del informe. «Desde el ámbito de la tecnología podemos seguir ayudando» a las personas con discapacidad a través de nuevos usos en los ámbitos de la comunicación, la informática y la digitalización en general. Ofrecen posibilidades muy grandes para ir hacia adelante», prosiguió el ministro.
Este estudio completa los datos aportados por el anterior, específico sobre Juventud y sledad no deseada.
USO DE INTERNET
El trabajo refleja que casi toda la población entre 16 y 54 años utiliza internet a diario, cifra que alcanza los dos tercios entre las personas de entre 65 y 74 años.
La opinión de que la tecnología es una buena compañía es más favorable a medida que aumenta la edad de la población y en el caso de quienes tienen discapacidad, el porcentaje llega al 55,3%, frente al 49,6% de la población sin discapacidad.
Ilustración del estudio
Por ello, «la tecnología puede ser -y es- una herramienta de conexión social efectiva en el marco de los esfuerzos para prevenir y disminuir la experiencia de soledad», aunque advierte de que su uso no debe concebirse como una solución por sí sola.
EL COSTE DE LA SOLEDAD
El trabajo asegura que la soledad ocasiona un gasto total superior a los 14.100 millones de euros, además de una pérdida anual del 2,79% del total de años de vida de buena salud de la población española.
El mismo informe apuntaba que el 79,1% de las causas de la soledad son externas y tienen que ver con aspectos tales como falta de convivencia o de apoyo familiar o social (57,3%).
EL USO DE LA TECNOLOGÍA
La mayoría de las personas preguntadas están muy o bastante de acuerdo con que obtener información acerca del entorno (82,4%), conectar con servicios locales que ofrezcan ayuda (87,6%) y con otras personas del entorno en el que se vive (78%) son los principales motivos por los que las herramientas tecnológicas pueden reducir la soledad.
En su opinión, las aplicaciones que facilitan la conexión humana son las más útiles para reducir el aislamiento involuntario, en contraste con las basadas en la comunicación humano-máquina.
Las tecnologías para conectar en entornos abiertos, las que permiten contactar con otras personas sin importar el lugar donde estén, son las más populares. Como WhatsApp, Alexa y ChaTEA. Ofrecen la posibilidad de que ser usadas por población con bajas capacidades digitales o barreras de acceso. Además, son capaces de generar sensación de compañía, potenciar la autonomía, reducir paulatinamente el aislamiento social y aumentar el contacto con personas allegadas.
En cuanto a las aplicaciones de proximidad social en entornos reducidos (las que permiten a las personas de una misma ubicación geográfica conectarse y colaborar entre sí), destacan Nextdoor, Strava y MeetUp. Son «especialmente útiles» para quienes tienen dificultades de cualquier tipo para establecer relaciones, favorecen los efectos positivos de la socialización en grupo y crean y fortalecen comunidades locales.
Las tecnologías aplicadas a los cuidados, por ejemplo la teleasistencia, «se han mostrado capaces de apoyar e incidir sobre la soledad» al ofrecer entretenimiento, conexión y comunicación, sensación de compañía, estimular la sociabilidad y aumentar la autoestima, entre otras posibilidades.
Por último, entre las tecnologías desarrolladas específicamente para combatir la soledad no deseada, destaca Replika, una inteligencia artificial conversacional específicamente orientada para reducir la soledad al generar una sensación de cercanía. Rendever, herramienta que ofrece un servicio de experiencias de realidad virtual para personas mayores para promover la socialización y reducir la soledad.
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