El próximo miércoles, 16 de abril, se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, fecha que Fundación ONCE y el Observatorio del Emprendimiento en España (GEM) han aprovechado para publicar el estudio ‘Emprender con discapacidad en España’.
El informe revela el interés de las personas con discapacidad por esta actividad, que alcanza a más del 20%, si bien reconoce que ese interés está motivado, en buena medida, por la necesidad, ya que no encuentran otra oportunidad laboral. De ahí que el estudio reclame redes de apoyo y programas de formación que promuevan esta práctica como una opción viable y no solo como alternativa a la exclusión laboral.
El estudio revela que el 12% de las personas con discapacidad son emprendedoras. A esta cifra se añade un 9,7% que tiene intención de emprender en los próximos tres años.
Además, del 12% de los emprendedores con discapacidad, el 7,5% no superan todavía los 3,5 años de actividad, mientras que el 4,5% restante ya tiene un negocio consolidado.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
El informe revela el bajo nivel de emprendimiento en este colectivo. A pesar de que las personas con discapacidad representan más del 6% de la población en edad laboral en España, las cifras relativas a emprendimiento siguen siendo bajas en comparación con personas sin discapacidad, lo que refleja importantes barreras estructurales.
Otro dato destacable es la motivación por necesidad. Esta es la explicación del 57,6% de los emprendimientos del colectivo, debido a la escasez de oportunidades laborales en el mercado tradicional. Contrasta con el 35,6% que lo hacen para crear riqueza o generar altos ingresos.
Asimismo, las personas con discapacidad encuentran mayores dificultades para acceder a fuentes de financiación. Utilizan menos ahorros personales en comparación con personas sin discapacidad y dependen más de otras fuentes, como amigos y apoyo público. Además del acceso limitado a la financiación, señalan la falta de redes de apoyo, la escasa formación adaptada y los prejuicios sociales.
Lo que también constata el estudio es que las personas con discapacidad tienen una mayor tasa de abandono en sus iniciativas emprendedoras, del 5,7% frente al 1,9% en personas sin discapacidad. También que hay una mayor presencia de hombres y de menores de 35 años. Por lo general, con estudios de Educación Secundaria o Formación Profesional, y una menor presencia de la formación superior.
A pesar de los desafíos, el 37,3% de las personas con discapacidad perciben oportunidades para emprender en los próximos seis meses, una cifra más alta que la de personas sin discapacidad (30,2%). Por último, en cuanto a innovación, uso de la tecnología, sostenibilidad e impacto social, la mayoría consideran que sus productos son innovadores y observan los impactos sociales. Sin embargo, solo un pequeño porcentaje adopta tecnologías digitales en sus negocios y menos de la mitad tienen en cuenta el impacto medioambiental.
- emprendimiento
- Fundación ONCE
- Observatorio del Emprenmiento en España