La película ‘Sorda‘, dirigida por la debutante Eva Libertad, ha conseguido un histórico doblete en el Festival de Málaga, al recibir la Biznaga de Oro y el premio del público, algo que no sucedía desde hace veinte años. La película narra la historia de una mujer sorda que se enfrenta a los desafíos de su embarazo y la incomprensión social.
El éxito de ‘Sorda’ se completó con los premios de interpretación para sus protagonistas: Miriam Garlo (actriz sorda y hermana de la directora) y Álvaro Cervantes, quienes compartieron ex aequo sus galardones con Ángela Cervantes por ‘La furia’ y Mario Casas por ‘Muy lejos’, respectivamente. La película también obtuvo el premio Feroz de los críticos de cine.
Además de ‘Sorda’, en el Festival de Málaga también se han visto otros trabajos referidos con la discapacidad. Una de ellas es el amor entre Antonio y Mariluz, dos personas con discapacidad intelectual que inspiraron la canción y el documental homónimo ‘Solo pienso en ti’, escrita por el cantautor Víctor Manuel; y la historia de Carmen, una extrapecista de más de cien años (ciega desde los 34), que es un ejemplo diario de superación.
A lo largo de estos días se han proyectado cerca de 300 contenidos audiovisuales, pero el género que predominó para mostrar la realidad de la discapacidad fue, sin duda, el documental.
El periodista y director David Moncasi conoció a Carmen Sánchez hace 30 años en Sitges, Barcelona. Lleva acompañando a esta inagotable mujer desde 2007, año en el que rodó su primer documental sobre ella, ‘La muñeca del espacio’ (su nombre artístico en el circo), hasta su último trabajo, ‘Muñequita linda’, presentado en el Festival de Cine de Málaga.
CARMEN, ESA ‘MUÑEQUITA LINDA’
«Cada vez que la veo me impresiona aún más. Es una persona que genera y reparte endorfinas. Estar cerca de ella me da mucha energía positiva», comentó Moncasi en una entrevista a Servimedia.
Carmen Sánchez conoció a Pepe Ruiz, un payaso de la troupe de los Rudi Llata y se embarcó en el mundo del circo como trapecista, pero le duró poco. A los 34 años se quedó ciega por una negligencia médica. «Cualquiera en su situación estaría deprimido, pero ella vive un cuento de hadas. Es presumida y optimista y dura como una roca», explica el documentalista.
A lo largo de la cinta se puede ver a Carmen a sus cien años hacer flexiones con pesas, calzarse unos tacones de ocho centímetros y enfundarse en vestidos de gala para ir a bailar a un centro de mayores. Es una mujer segura que nunca va al médico ni toma medicinas y a la que le basta «el agua del mar» para encontrarse bien.
SUPERAR LOS 100 CON ESPERANZA
El realizador volvió al encuentro de Carmen para rodar una parte desconocida de su vida. Después de quedarse viuda de Pepe, el payaso, se encontró con Joaquim, un vecino de Sitges, con el que mantuvo una bonita relación de más de 30 años. «Ella me dijo que su amigo se estaba muriendo y decidí contar la historia de una despedida. La verdad es que la encontré muy mal y muy triste».
Pero Carmen se rearmó y volvió a hacerlo: ¡Más difícil todavía! «Me cambió la realidad y me cambió hasta la historia que yo quería contar», confiesa el director, «que era el final de una historia de amor».
Este verano cumplirá 103 años y no aún ha perdido la esperanza. Para David, ella es una lección de vida y tan solo escucharla reconforta, «es un aliciente y puede ayudar a personas que se encuentren en situaciones complicadas porque al verla a ella cómo supera cualquier barrera piensas que tú también puedes hacerlo”.
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