Las cifras de empleabilidad entre los jóvenes con discapacidad son inferiores a las de jóvenes sin discapacidad. Todavía existen barreras que dificultan el acceso a un puesto de trabajo pero con formación, tenacidad y el conocimiento de las herramientas necesarias, será más sencillo de lo que imaginas.
¡Aquí van algunos tips!
Saber qué quieres
Aquello que te hace feliz es a lo que debes dedicarte el resto de tu vida. Como dijo Confucio “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día”.
Detectar tu pasión, aquello que se te da bien y con lo que realmente disfrutas es el primer paso para que lograr tu objetivo sea un camino fructífero y productivo.
Algunos tienen muy claro cuál es su trabajo soñado y otros -quizás sea tu caso- necesitan de reflexión, consejo de terceros y, en algunos casos, del ensayo-error. ¡Qué no siempre se acierta a la primera!
Si eres de los que todavía no tiene del todo claro hacia dónde enfocar su futuro laboral, te aconsejamos crear una lista: un bloque de las cosas que te gustan y en las que eres bueno y otro bloque de “descartes”. Porque saber qué es lo que no quieres también es un pequeño gran paso.
Seguir un método
Una vez has detectado las fortalezas y debilidades y sabes hacia donde quieres enfocar tu futuro empleo, ¡empieza el juego!
Buscar trabajo es como una carrera de obstáculos: requiere entrenamiento para estar bien preparado el día ‘x’ o el día de la entrevista.
¿Qué pasos debo seguir para encontrar trabajo?
Seguro que hay empresas que te encantan y profesionales a los que admiras. ¡Síguelos en LinkedIn y si ves la oportunidad, háblales!
- Recopila toda tu formación y experiencia en un currículum en el que también indiques tus datos de contacto. Hazlo de forma breve, que no ocupe más de una cara.
- Ábrete un perfil profesional en los principales portales de empleo: Inserta Empleo (la plataforma de búsqueda de empleo de Fundación ONCE), LinkedIn e Infojobs son un “must” para apúntate a esas ofertas que encajen con tus necesidades y experiencia.
- Empieza a hacer networking. Seguro que hay empresas que te encantan y profesionales a los que admiras. ¡Síguelos en LinkedIn y si ves la oportunidad, háblales!
- Comparte contenido de calidad en redes sociales para ser visible y mostrar tu valía. Por otro lado, si tus redes sociales las usas para la “diversión”, ponlas en modo privado. Los “recruiters” o personal de recursos humanos acostumbran a cotillear nuestros perfiles sociales para conocernos un poco más 😉
No tener prisa
Una vez tenemos el escenario preparado: currículum a punto, portales detectados y con un perfil profesional creado y hemos empezado la búsqueda activa… ¡comienza el momento de ‘no frustración’!
Es importante no tener la esperanza puesta en que nos van a llamar de forma inmediata tras clicar del botón “Enviar Curriculum”. Los procesos de selección son lentos y, en la gran mayoría de los casos, casi eternos. Por este motivo es tan importante que cuando nos apuntemos para ser candidatos a una vacante, ésta realmente nos encaje y nosotros también encajemos en lo que están buscando. De no ser así, la frustración aumenta y la ansiedad también.
¡Consejo! Podrías contactar, a través de las plataformas, con las personas encargadas de la selección o bien con profesionales que ya trabajan en la compañía a la que deseas entrar a formar parte. ¡Cuánto más cerca, más opciones de lograr una entrevista!
¡Estar preparado!
El teléfono puede sonar en cualquier momento. Es importante estar preparado para que cuando te llamen de una posición para la que has mandado tu candidatura, sepas cuál es y puedas enfocar tu discurso hacia la solución de sus necesidades y preguntas.
Es posible que pierdas la cuenta del número de ofertas al que te has apuntado y no recuerdes las solicitudes que mandaste unos meses atrás. Es por eso que algunas personas en búsqueda activa de empleo crean un Excel o un documento con todas las ofertas a las que se apuntan. Puedes hacer lo mismo rellenando campos como: nombre de la empresa, posición de la vacante, enlace a la oferta, lugar del empleo, puntos a favor y puntos en contra.
De este modo, en el momento en el que te llamen, tendrás toda la información a mano para poder responder con claridad y seguridad cualquier pregunta que te planteen.
¿Estás preparado? ¡A por todas!