El documental ‘El último vuelo del tándem’ recauda fondos para comprar una bicicleta adaptada destinada al alumnado con discapacidad del colegio IDEO de Madrid. Además, promueve la inclusión real, una movilidad activa y la cooperación escolar.
«Es una historia sobre bicicletas, inclusión y solidaridad que nos recuerda que la motivación es el mejor de los vehículos para sentir el placer de volar». Así lo describió en una entrevista a Servimedia David Martín, responsable del Plan Verde e impulsor de la iniciativa. El proyecto surge como respuesta a un desafío de inclusión real en actividades físicas escolares, convirtiéndose en ejemplo para otros centros educativos. El programa de Educación Física del Colegio IDEO incorpora una semana temática de bicicleta que culmina con una salida conjunta.
Carlos de la Cuadra es el padre de Gonzalo, un adolescente de 14 años que nació con una hemiparesia izquierda, lo que le había impedido pedalear al mismo ritmo de sus compañeros en la tradicional ‘bicicletada’ del Colegio IDEO. «Su lado izquierdo no solo va más lento, sino que nunca alcanzará el potencial del derecho. Eso le afecta a la coordinación, el equilibrio y el desempeño de actividades cotidianas como abrocharse los cordones o un botón», añadió.

Fotograma del documental
La experiencia previa con una bicicleta convencional mostró limitaciones claras en el pasado. «Con su bicicleta y los ruedines, a la mínima irregularidad del terreno, el niño perdía estabilidad», explicó Carlos. «Hay que equilibrar esfuerzo y gestión de la frustración». Gracias a la recuperación de un viejo tándem que garantiza estabilidad y esfuerzo compartido, y a las posteriores adaptaciones en los pedales, Gonzalo pudo ‘volar’ sobre dos ruedas.
El cortometraje parte del reto de David Martín y Pablo Llobera, corresponsables del Plan Verde de Escuela Ideo: recorrer 100 kilómetros en un viejo tándem «para reflejar cómo el deporte y la movilidad pueden ser motores de inclusión y superación personal». La bicicleta tándem se torna un medio para transmitir «valores como el esfuerzo, la cooperación y la confianza mutua, siempre desde una mirada optimista», argumentó David.
CONECTADOS POR LA INCLUSIÓN
«El conductor del tándem genera con él un vínculo de confianza; eso también forma parte de la inclusión», apuntó el padre de Gonzalo, quien, por cierto, solo se atreve a subir a un tándem si es acompañado de David Martín. «Iniciativas así impactan en la autoestima, la sensación de pertenencia y la capacidad de esfuerzo», explicó el responsable del proyecto.
Este aspecto relacional resultó ser uno de sus beneficios inesperados. «Hay que confiar en quien va adelante porque es fácil que te vayas al suelo», señaló el padre. Esta dinámica ha reforzado valores de compañerismo en el grupo que trascienden la propia actividad física porque este proyecto no es solo una tarea escolar, sino un testimonio con valor social y educativo. El resultado confirmó las expectativas: «La experiencia en el tándem fue muy positiva para mi hijo ya que le permitió integrarse y sentir que su esfuerzo aportaba», refirió el padre.
Gonzalo que compartió con Servimedia sus primeras sensaciones sobre el tándem se refirió a la experiencia como «vertiginosa». Aseguró que el primer día se sintió «algo inseguro» sobre la bicicleta, pero a partir del segundo, fue ganando confianza. «¡Es el día más feliz de mi vida!», exclamó.
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